
Donald Trump ha logrado que su ley de rebajas fiscales se apruebe en la Cámara de Representantes por un estrecho margen y ahora va camino del Senado. Es una ley con múltiples medidas pero que claramente es una irresponsabilidad fiscal, pues dispararía el déficit ya que no contiene el gasto (más bien los aumenta) y reduce severamente los ingresos.
Algunas de las medidas son eliminar el IRPF de las propinas (esto se presta a mucho fraude) y a las horas extra, recorta el gasto público en sanidad pero a la vez lo aumenta en defensa. Y sobre todo prolongar recortes fiscales temporales aprobados en la primera legislatura de Trump que han hecho que el déficit de EEUU no baje del 4% del PIB desde entonces y en la actualidad ronde el 6% del PIB.
Aunque puede que haya oposición en el Senado y sufra modificaciones la maquinaria política de Trump ya está trabajando para presionar, y su figura y la facilidad que tiene para eliminar a sus enemigos políticos dentro del partido muchas veces es suficiente para que cedan y voten a favor.
Los mercados reaccionaron mal al plan, con el precio de la deuda subiendo (también influido por el cambio de calificación de Moody's) y las bolsas cayendo. Al igual que con las medidas arancelarias, lo único que puede parar los planes irresponsables de Trump son los mercados desangrándose y haciendo perder dinero a millones de ahorradores americanos.
Esto recuerda al plan de Lizz Truss...
En 2022 la recien elegida Primera Ministra del Reino Unido presentó un plan fiscal con fuertes recortes de impuestos. Los mercados reaccionaron muy mal, pues el déficit estaba disparado y esto no ayudaba. La libra se hundió a valores mínimos históricos frente al dólar.
Aunque Truss intentó recular de algunas medidas el daño estaba hecho y perdió la confianza de su partido. Tuvo que dimitir. Duró en el cargo menos de dos meses y dio una señal importante a todos los líderes mundiales: la responsabilidad fiscal es importante y los mercados no va a confiar ciegamente en nadie.
...pero Trump no dimitirá
Sin embargo hay diferencias entre EEUU y el Reino Unido. Por una parte la fortaleza económica de EEUU es mayor que la del Reino Unido en 2022. Por otro lado la divisa mundial de referencia es el dólar, e incluso con planes fiscales descabellados los mercados no afectarán tanto a los bonos y la capacidad de financiación de EEUU.
Y por último, y quizá lo más importante, allí el Presidente es elegido directamente en elecciones, no a través del parlamento como en el Reino Unido. En el Reino Unido un político que cae en desgracia puede ser purgado por el partido, incluso si ostenta el cargo del Primer Ministro. Y además hay múltiples precedentes.
En EEUU la elección del Presidente es directa y aunque el Congreso tiene capacidad de echarle tiene que ser por asuntos muy graves, ya que está más pensado para evitar un presidente delictivo que uno nefasto. Y el gesto de la Cámara de Representantes aprobando la ley fiscal de Trump es un indicio de que no le van a intentar echar sino todo lo contrario, abrazar sus propuestas.
Y, por supuesto, Trump no va a dimitir porque una medida suya haga caer los mercados, como hemos visto recientemente con la crisis arancelaria. Si acaso rectificará aludiendo que todo es parte de su estrategia, nunca reconociendo errores, como ya nos tiene acostumbrado.
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